La desilusión
¡QUE DELICIA!
y que desahogo
tanta tensión vana
arabescos de palabras
sobre el bien eterno
sobre el plan divino
me agobiaban tus jaquecas
tus remordimientos
unías las palmas
y apuntaban a la ventana
querías que saliéramos despedidos
angelicales e incólumes
y quedáramos plasmados
flotando sobre una nube del Giotto
se me escurren tus sermones
has de saber que en el entretiempo me voy de ti
me muerdo los labios
me arranco los padrastros
tiño y destiño los muros
asiento pero no se de qué me hablas
gustas de medallas, trofeos y palmadas en la espalda
te flagelas y vuelves aporreado
vas y recorres tu valle de lágrimas
vuelves y me expones tu dorso amoratado
pero yo no sé de qué me hablas cuando hablas
del bien y del mal
del blanco y del negro
o incluso del gris
ni sé a que vienen esas marchas
con tu bandera en alto pisoteando tu sombra
y no es que yo sea incapaz de ver lo bello
ni de apreciar la bondad
es que mientras éstas son tus metas
para mí son solo el camino dramático y teatral
antes de caer
una vez más
irremediablemente
en la desilusión
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