La vida después del Oasis
CABINA SONORA
“DIFFERENT GEAR, STILL SPEEDING” ES LA CARTA DE PRESENTACIÓN DE LIAM GALLAGHER, TRAS LA EXTINCIÓN DE SU ANTERIOR BANDA
Por Octavio Ramírez
Si como fan irredento de los Beatles, siempre has soñado con emular su leyenda (convirtiéndote en un astro de la melodía y la innovación de la música popular), seguramente comprenderás que otros también quieran morir en ese intento. El caso de Liam Galagher es ejemplar, con un ego que supera su talento, el británico se ha valido de su osadía para pasar por encima de todo, en su intento de encarnar un híbrido Lennon-McCartney, incluso hacer a un lado al verdadero talento de Oasis, su hermano Noel.
Si como aspirante a músico, te gustaría saber cómo sonarías basando tus esfuerzos solamente en copiar una fórmula, parece que alguien ya se te ha adelantado. El proyecto llamado Beady Eye es el nuevo capricho de Liam Gallagher, con la misma alineación de Oasis, exceptuando al cerebro creativo, Noel. Con este poco promisorio antecedente me he encontrado a Different Gear, Still Speeding (Diferente engranaje, pero sigue en marcha), el esperado álbum de Beady Eye.
Una banda sin sargento y con demasiada “pimienta”
La democracia es un bien para los pueblos civilizados, no así para el arte y el entretenimiento. Revistas especializadas aplauden la equidad en la configuración de Beady Eye, donde Gallagher comparte la composición con los demás integrantes. El resultado es por sí sólo elocuente, temas con una excesiva producción y con fórmulas que no rebasan las cualidades del Brit-pop.
En un ánimo más conciliador con la crítica británica y los fans insalvables de Don Liam Gallagher, merece la pena un análisis más detallado del disco “Different Gear, Still Speeding”. “Four Letter Word” arranca pomposa, se trata de un tema que nace cansado y repetitivo, minutos después de escucharlo, no encontrarás cómo deshacerte de ese sonsonete de guitarra que se te pegará en la memoria.
Si bien es cierto que el espíritu de Oasis sigue presente, Beady Eye gana homogeneidad, pero adolece de frescura. Si es menester nombrar los tracks destacados de “Different Gear, Still Speeding”, hay que acudir directamente a “For Anyone”, un tema ligero y semiacústico, con la voz de Liam cantando al oído de sus fans adolescentes “Te veré en mis sueños”.
“Bring The Light” ha sido elegido como el primer sencillo, el cual fue lanzado desde octubre del año pasado como el bocadillo del disco. Se trata de una canción divertida y esencialmente rocanrolera. Con “The Roller” nuevamente escuchamos a un Liam invocando al Lennon en su etapa solista, lo cual le acarrea cierto mérito como alumno perseverante del extinto Beatle. “The Morning Sun” cierra el álbum de forma casi épica y con el sello característico de la casa, además de cierta nostalgia por los buenos tiempos.
Seguramente las altas pretensiones de “Different Gear, Still Speeding” darán lo suficiente para que sus temas sean coreados en los festivales de verano europeos, pero sería demasiado optimista creer que resista la prueba de los años. Donde quiera que se encuentre en el exilio, Noel Gallagher debe de considerar si ha sido prudente dejar el Oasis y con esto exhibir las carencias creativas de su adorado hermano menor.
“DIFFERENT GEAR, STILL SPEEDING” ES LA CARTA DE PRESENTACIÓN DE LIAM GALLAGHER, TRAS LA EXTINCIÓN DE SU ANTERIOR BANDA
Por Octavio Ramírez
Si como fan irredento de los Beatles, siempre has soñado con emular su leyenda (convirtiéndote en un astro de la melodía y la innovación de la música popular), seguramente comprenderás que otros también quieran morir en ese intento. El caso de Liam Galagher es ejemplar, con un ego que supera su talento, el británico se ha valido de su osadía para pasar por encima de todo, en su intento de encarnar un híbrido Lennon-McCartney, incluso hacer a un lado al verdadero talento de Oasis, su hermano Noel.
Si como aspirante a músico, te gustaría saber cómo sonarías basando tus esfuerzos solamente en copiar una fórmula, parece que alguien ya se te ha adelantado. El proyecto llamado Beady Eye es el nuevo capricho de Liam Gallagher, con la misma alineación de Oasis, exceptuando al cerebro creativo, Noel. Con este poco promisorio antecedente me he encontrado a Different Gear, Still Speeding (Diferente engranaje, pero sigue en marcha), el esperado álbum de Beady Eye.
Una banda sin sargento y con demasiada “pimienta”
La democracia es un bien para los pueblos civilizados, no así para el arte y el entretenimiento. Revistas especializadas aplauden la equidad en la configuración de Beady Eye, donde Gallagher comparte la composición con los demás integrantes. El resultado es por sí sólo elocuente, temas con una excesiva producción y con fórmulas que no rebasan las cualidades del Brit-pop.
En un ánimo más conciliador con la crítica británica y los fans insalvables de Don Liam Gallagher, merece la pena un análisis más detallado del disco “Different Gear, Still Speeding”. “Four Letter Word” arranca pomposa, se trata de un tema que nace cansado y repetitivo, minutos después de escucharlo, no encontrarás cómo deshacerte de ese sonsonete de guitarra que se te pegará en la memoria.
Si bien es cierto que el espíritu de Oasis sigue presente, Beady Eye gana homogeneidad, pero adolece de frescura. Si es menester nombrar los tracks destacados de “Different Gear, Still Speeding”, hay que acudir directamente a “For Anyone”, un tema ligero y semiacústico, con la voz de Liam cantando al oído de sus fans adolescentes “Te veré en mis sueños”.
“Bring The Light” ha sido elegido como el primer sencillo, el cual fue lanzado desde octubre del año pasado como el bocadillo del disco. Se trata de una canción divertida y esencialmente rocanrolera. Con “The Roller” nuevamente escuchamos a un Liam invocando al Lennon en su etapa solista, lo cual le acarrea cierto mérito como alumno perseverante del extinto Beatle. “The Morning Sun” cierra el álbum de forma casi épica y con el sello característico de la casa, además de cierta nostalgia por los buenos tiempos.
Seguramente las altas pretensiones de “Different Gear, Still Speeding” darán lo suficiente para que sus temas sean coreados en los festivales de verano europeos, pero sería demasiado optimista creer que resista la prueba de los años. Donde quiera que se encuentre en el exilio, Noel Gallagher debe de considerar si ha sido prudente dejar el Oasis y con esto exhibir las carencias creativas de su adorado hermano menor.
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